Brexit: Bruselas endurece su postura sobre los derechos de los inmigrantes
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Bruselas está presionando para que los trabajadores de la Unión Europea en Inglaterra disfruten de todos los derechos del bloque por toda la vida, bajo la protección de la Comisión Europea y la vigilancia de las cortes del continente.
La postura fuerte en la apertura de los diálogos por el Brexit está delineada en un documento informal de negociación de la Comisión Europea que intenta perpetuar el modelo de la UE para los trabajadores europeos en Inglaterra y para los obreros británicos en otros países del bloque.
Michael Barnier, el jefe negociador de la UE, quiere exigir que el Reino Unido siga aplicando las reglas sociales y laborales clave de Europa, así como extenderlas a los familiares de los extranjeros que entren al país incluso después de que éste salga del grupo.
Los requerimientos significarían, por ejemplo, que normas controversiales que permiten que los beneficios británicos por hijo se paguen por niños que viven en otras partes del continente se mantengan vigentes incluso después del Brexit, potencialmente durante décadas.
En una medida que probablemente provocará oposición en Westminster, el Reino Unido también tendría que solicitar cualquier “enmienda futura” de las reglas de la UE sobre los beneficios, lo que significa que podría quedar en posición de obedecer reglas del bloque sobre las cuales no tiene influencia.
Controversialmente también, los planes darían a la Corte Europea de Justicia (CEJ) un rol clave en obligar a la obediencia británica.
La comisión también propuso que ella misma debería tener un “rol de supervisión” en la aplicación de un acuerdo y compromiso con las leyes de la UE.
Según el documento, la supervisión de la CEJ “debería mantenerse” para todos los temas relacionados con la “continuación de la aplicación de las leyes europeas en Reino Unido tras el Brexit”. Aunque el documento menciona modelos de arbitraje alternativos, ellos se aplican sólo a áreas fuera de la ley de la UE y cualquier sistema necesitaría respetar el rol de la CEJ.
El documento muestra la lógica de la comisión sobre cómo actuará en torno a las directrices de la negociación que desarrollan los otros 27 miembros -que tendrán voto en la decisión final- para manejar la salida del Reino Unido.
La posición es un reflejo de la determinación de la UE, escrita en el borrador de sus directrices de negociación, para dar la primera prioridad a los derechos de los europeos que viven y trabajan en el Reino Unido, así como de los británicos en el continente.
La versión más reciente de ese documento, a la que tuvo acceso el FT, dice que las garantías de los derechos de los inmigrantes “deben ser amplias, efectivas, aplicables y no discriminatorios”.
“Los ciudadanos deberían poder ejercer sus derechos a través de procesos administrativos simples y regulares”, señala.
Varios diplomáticos involucrados en las negociaciones dijeron que el llamado a “procesos administrativos simples” era una referencia directa a los frenos burocráticos que ponen obstáculos para que los europeos ejerzan sus derechos en el Reino Unido, especialmente el formulario de 85 páginas con el que deben probar que son residentes permanentes del Reino Unido.
“Todos hemos visto ese formulario de 85 páginas”, dijo un diplomático senior del bloque.
El lenguaje más duro sobre los derechos ciudadanos es uno de varios cambios en las directrices de negociación en comparación con un primer borrador que circuló de manos del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el mes pasado.
Otros enfatizan el rol de la CEJ, la necesidad de la continuación de la fuerte cooperación en seguridad después del Brexit y la importancia de que cualquier acuerdo mantenga los estándares de banca y regulación de mercado del bloque.